jueves, 14 de octubre de 2010

México apuesta por un mando único en la policía

¿Qué pasa cuando la ciudadanía no cree en las autoridades? ¿Qué nivel de confianza pueden tener las instituciones gubernamentales cuando se les teme igual o más que a los delincuentes? Las corporaciones policiacas en México son las entidades con más señalamientos de corrupción, militares, policías federales, estatales o municipales por igual son vistos con cierto recelo, muy alejados de su cometido: garantizar la seguridad.
El gobierno federal que encabeza Felipe Calderón Hinojosa busca revertir el deterioro de los cuerpos policiacos y dignificar la profesión a través de la creación de una Policía de Mando Único. El proyecto, recién enviado al Congreso de la Unión para su revisión y posterior aprobación, pretende eliminar las más de dos mil policías municipales de México para reducirlas a 32 corporaciones estatales de mando único, además de ser apoyado por todos los gobernadores (intendentes) del país.
Según Calderón, la debilidad institucional ha hecho más vulnerables a las policías municipales frente a los embates de la criminalidad, pues la disparidad de sueldos y condiciones de trabajo, así como el olvido de las autoridades han provocado que muchos policías municipales cambien de bando y se sumen a las filas del narcotráfico desempeñando diversas actividades, desde brindar protección hasta asumir el mando de células de sicarios.
“Lo que se busca es reestructurar la policía y recuperar la confianza ciudadana para salvaguardar la protección de todos. Muchos mexicanos tienen la imagen del policía que pide “mordida” (soborno), que agrede y que extorsiona, a ellos les temen”, aseguró el mandatario mexicano al enviar su propuesta al Poder Legislativo.
Los policías locales padecen condiciones precarias de trabajo, comparados con otros cuerpos de seguridad, ya que alrededor del 61 por ciento de los elementos recibe un sueldo inferior a los 300 dólares mensuales, además de que sus armas no funcionan o simplemente no tienen balas, mientras que los chalecos antibalas no cuentan con el blindaje requerido para enfrentar a los grupos criminales que atacan con fusiles de asalto iguales a los que se utilizan en Irak.
“Nosotros trabajamos con lo que podemos, con lo que nos dan, pero la verdad es que es muy difícil porque nos toca enfrentar a los delincuentes a veces con las pistolas descompuestas o sin municiones, mientras que ellos traen armas de grueso calibre, muchas hasta de oro son, usan granadas y lo más avanzado en tecnología, a lo que los policías comunes no tenemos acceso. Tenemos un trabajo complicado porque también ganamos muy poco, ni siquiera lo justo para vivir”, aseguró un elemento que pidió no revelar su nombre por temor a represalias de los altos mandos.

A favor y en contra 
Los empresarios en México son el blanco preferido de los delincuentes, ya que el secuestro es uno de los delitos que sirve para financiar a estos grupos criminales cuando buscan capitalizarse para incursionar en el tráfico de droga, por ello han sido el primer sector de la sociedad en apoyar esta iniciativa.
El Consejo Coordinador Empresarial, donde se concentra toda la Iniciativa Privada, urgió a los legisladores para aprobar cuanto antes el Mando Único, pues esperan que este agrupamiento policiaco bajará los índices de inseguridad, además de que se reducirán los niveles de impunidad, lo que se traducen en la pérdida de capitales de inversión.
Sin embargo la propuesta no ha sido muy recibida por todos los actores públicos de la política mexicana, ya que legisladores de la oposición y algunas organizaciones que defienden los Derechos Humanos han externado su preocupación ante esta iniciativa, a la que consideran “simplista y apresurada”.
Carlos Navarrete, presidente de la Cámara de Senadores y militante del Partido de la Revolución Democrática, destacó el nivel de infiltración del narco en los grupos policiales considerando que se unificarían los vicios y deficiencias de las corporaciones, por lo que antes se debería hacer una depuración de los malos elementos.
“La concepción de la policía municipal en todo el país es de que sirve para el crimen organizado, que está muy cercana a la delincuencia, además de mal equipada, con pésimos salarios, sin coordinación ni control porque los jefes, a esos que quieren unificar son los que han permitido que se alcancen estos niveles de inseguridad en los que tan sólo el secuestro ha crecido en 300 por ciento en los últimos 4 cuatro años”, enfatizó Navarrete.
De los 30 mil ejecutados que se tienen registrados en lo que va del año, un alto porcentaje corresponde a policías o expolicías que optaron por cambiar de filas y dedicarse al crimen organizado, por lo que se convirtieron en objeto de venganzas de los grupos rivales.

Modelo probado en otros países
Mientras se discute si se aprueba o no la unificación de las policías en México, habría que dar un vistazo hacia los países que ya pusieron en marcha este modelo rescatando las ventajas y desventajas que han encontrado. Representantes de Chile, Nicaragua y El Salvador asesoran al gabinete de seguridad mexicano compartiendo experiencias.
El general Eduardo G. Gordon, director de Carabineros de Chile, explicó que “tenemos una policía unitaria de carácter militar, lo importante es que tiene una centralización pero a la vez está desconcentrada a nivel local, tiene una conducción única con políticas que se construyen de manera permanente y están focalizadas a la realidad local en materia policial. Para la conducta policial, cada territorio es particular. No tenemos modelos de municipalidad porque ésta tiene un rol preponderante de poder dar cuenta de la contribución en materia de prevención social, eso corresponde a los municipios y de esa manera se detecta quiénes son los corresponsables en materia de seguridad”.
Por su parte, el subdirector de la Policía Nacional de Nicaragua, Horacio Rocha, resaltó que la seguridad de su país funciona de manera comunitaria y proactiva, pues “a partir de la problemática que se encuentra se inicia un proceso de difusión en la que se demanda mayor seguridad y para ellos es importante rescatar la confianza de la gente. Podemos interactuar y solucionar el problema porque esto no es un asunto meramente policial, aquí se involucra la sociedad en todos los aspectos”.
En tanto que en El Salvador, Carlos Ascensio Girón, director general de la Policía Nacional Civil, remarcó que se unifican tanto zonas urbanas como rurales, “funcionamos en una sola policía que asume el tema de la seguridad pública. Tenemos problemas de violencia por las maras, que es un tema muy complicado en todos los sentidos por las pandillas y el crimen organizado, pero la función de la seguridad es toda de la Policía Única, que permite la colaboración del Ejército, pero sólo como apoyo”.

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