domingo, 6 de febrero de 2011

‘No podemos vivir con miedo’


Todo pasó en cuestión de segundos. Disparos, una fuerte explosión y la imagen de dos autos incendiándose es lo que recuerda una mujer que resultó lesionada por las esquirlas de una granada que fue lanzada en los múltiples ataques por parte del crimen organizado que se registraron el pasado 1 de febrero en varios puntos de la zona metropolitana de Guadalajara.
La identidad de la víctima tiene que ser resguardada por cuestiones de seguridad, además de que las investigaciones sobre este hecho así lo requieren, sin embargo la mujer fue tajante cuando aseguró a Express que tras su experiencia ‘no podemos vivir con miedo, no se vale’.
Eran cerca de las 21:00 horas cuando ella circulaba en su auto compacto por avenida Vallarta pero al llegar al cruce con avenida Central tuvo que hacer alto, pues así lo indicó el semáforo que se encontraba rojo, la mujer se mantuvo atenta a su entorno, cuando de pronto una explosión sacudió su automóvil y el que se encontraba al lado, después hubo mucho humo y lo único que pudo ver fue el cristal de su coche estrellado.
El instinto de preservación y el miedo provocaron que su primera reacción fuera intentar escapar del lugar y sin importar que el semáforo aún no había cambiado de color siguió su marcha, pero frente a ella estaban dos automóviles en sentido contrario que estaban incendiándose, además se escucharon varias detonaciones de arma de fuego.
Al tomar la lateral dobló a la derecha para buscar un lugar seguro. Presa del temor decidió ir a la casa de sus papás “uno busca un sitio para protegerse y para mí ese era el lugar que yo siento más seguro”.
De pronto una sensación de humedad en el brazo derecho le llamó la atención, descubriendo que era sangre, pues había resultado herida del ataque, pero por la adrenalina del momento y el temor que le causó la escena no se dio cuenta que las esquirlas de una granda le habían hecho daño.
Sus familiares la llevaron de inmediato a un hospital particular para que recibiera atención de urgencia, y ya en el lugar los médicos confirmaron que sus lesiones habían sido provocadas por el artefacto explosivo.
Por la naturaleza de la agresión y la alerta generalizada que había esa noche en la que además del bloqueo de avenidas Vallarta y Central, se registraron cinco ataques más, las autoridades fueron informadas de inmediato, por lo que agentes investigadores de la Procuraduría General de Justicia del Estado se entrevistaron con la víctima.
En la revisión del automóvil se contabilizaron al menos 30 perforaciones que hicieron las esquirlas, todas sobre el lado del copiloto.
“Después de todo, yo estoy muy agradecida con Dios porque estoy bien y si cuento esto es porque quiero que la gente esté consciente de que algo nos puede pasar, yo por lo regular soy muy precavida porque ando mucho sola en la calle y no sé cómo habría reaccionado otra persona, quizás el miedo pueda paralizarlos o no sé, conmigo fue más un instinto de preservación, de querer quitarte del lugar. Lo único que te pasa por la cabeza es ponerte en un sitio seguro”.
Y agrega “es muy triste lo que está pasado. No podemos vivir con miedo, no se vale”.